Este poema corto, tan distinto a los demás, sin el virtuosismo que manejan los que se creen poseedores de la última palabra, sin la ampulosidad y la retórica que suelen tener algunos poetas que se quedaron con los aretes que le faltan a la luna, me lo regaló mi amiga María Eugenia Henao un día cualquiera.
Pensándote de regreso
Gracias por regalarme tus pensamientos.
Ahora, te devuelvo los míos...
simples como los colores
con los que se forman los sueños,
suaves como la miel que gotea de tu mirada,
y firmes como las letras que derraman tus manos.
Pero sólo te inspiran y suspiras,
al caer el sol,
los sábados a las 4 de la tarde.
Besos con olor a flores
Ahora, te devuelvo los míos...
simples como los colores
con los que se forman los sueños,
suaves como la miel que gotea de tu mirada,
y firmes como las letras que derraman tus manos.
Pero sólo te inspiran y suspiras,
al caer el sol,
los sábados a las 4 de la tarde.
Besos con olor a flores
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