No se que haré cuando el sol se marche,
llegue el alba y se acabe el canto de los grillos,
cuando deba imaginar tu cuerpo ausente entre mis manos
y el olor de tu piel comience a ser fugitivo.
Será difícil vivir imaginándote y no tener insomio,
mejor si contamos ovejas juntos,
si miramos la cara oculta de la luna sentados en el techo,
si nos amamos mientras recontamos besos,
si nos buscamos donde se eternizan los recuerdos.
Luis Carlos Bonilla Sandoval – Noviembre 20/2011
Fotografía: Luis Carlos Bonilla Sandoval