domingo, 24 de marzo de 2024

 



  

DIATRIBA FRENTE AL ESPEJO®

 

Como sabía que en el Taller de Literatura de la universidad, el profesor me iba a preguntar el significado de diatriba, me aprendí la definición, y de una le dije:

Diatriba, según el Diccionario de la Real Academia Española, “Es un discurso o escrito violento e injurioso, contra personas o cosas…”

 

 Mi día no lo voy a comenzar como lo hace la gente que se hace llamar normal, no voy a revisar una agenda, porque no la tengo, tampoco voy a cumplir citas ni a escoger ropa para ponerme según mi estado de ánimo, y mucho menos voy a utilizar  la crema de afeitar que está de moda, sí la del recipiente verde que dice “Gel” en letras doradas, y que es anunciada con bombos y platillos a través de los medios de comunicación, como un producto que te regala pasajes para viajar y disfrutar de inimaginables islas paradisíacas, y de momentos de película con las mejores modelos del momento que se te arrojarán encima buscando tu olor a plástico, y el aroma metálico de las llaves de tu auto de última generación.

 

Voy a empezar mi día escribiendo lo que siento, lo que me da la gana, no importa si lo hago mal, lo importante será intentarlo. Este modelo madrugador y convencional que te describí al principio, lo he rechazado siempre, y ahora te tocará decidir si lo tomas o lo dejas, pues la vida es corta, y es posible que antes de que mueras, te contagies del mundo fatuo que disfrutan en medio de risitas andróginas, los coleccionistas de marcas, los adoradores de la “Degeneración Pepsi” y la gomina, niñitos bien y de los otros que llegarán a tu vida envueltos en las banderas de la mediocridad cantando himnos importados que no comprenden.

Quiero creer que el consumismo al que la sociedad trató de empujarme, no lo adoptarás, y que por el contrario combatirás esta enfermedad levantando los símbolos de tu generación felizmente irresponsable, la vida te dará sorpresas viejo camaleón, pues si no te ponés las pilas para vivir como quieres, no existirá la más remota esperanza de que mueras en medio de testimonios que valgan la pena, y tampoco sabrás si alcanzaste página entera, o si en la boca de los criticones y de los manejadores de “Radio Bemba, te conviertas en noticia para la venta, o en un inmoral de esquina para aquéllos que se hacen llamar hombres de bien, los que por desgracia abundan.

¿Y es que la música con la que creciste no cuenta? ¿Qué pasará con ella cuando abandones tu cuerpo? Con absoluta seguridad que a los melómanos de ahora, y a los que se hacen llamar DJ, no les van a gustar los acordes de todo aquello que te hizo gozar mientras estabas vivo. ¿Y entonces que harás? Que no te coja la vida pensando en el mañana, si esta es la condición con la que vives y para la que vives, en el momento que menos esperas, te convertirás en un individuo serio, y eso si es grave, y otra cosa para tener en cuenta: cuando mueras, deja un escrito a tus familiares en el que quedará consignado, que no le entreguen propinas al cura de la iglesia.

Como seguramente en muchas circunstancias te habrás sentido el “Hombre de ninguna parte”, que esto no te importe, lo realmente válido será lo que creas, y no te preocupes si tus ideas, así como tus gustos, lleguen a ser considerados obsoletos por las nuevas degeneraciones sin bandera. ¿Y qué pasará con la literatura oral que nació en las esquinas de tu barrio, y que recogiste pensando que esto era lo mejor? Lo más seguro es que no tenga cabida en estos tiempos, y que tal vez muera en silencio, sin derecho al pataleo, si es que antes no es exprimida con criterio mercantilista por los vendedores de ilusiones que aparecen después de los concursos literarios. Tus comentarios y escritos, si no se te aparece un espíritu celestial, irán a parar a rincones sombríos donde nadie volverá a recordarlos, o en el peor de los casos, tendrás que pagar con sangre para que sean publicados, y con esto nadie te garantizará que lleguen a conocerte después del lanzamiento de tu obra, si acaso tienes una. No cambies tu esencia viejo camaleón.

 

Rip, tienes una losa de frío mármol sobre tu pecho, y es posible que cuando esto suceda, habrás alcanzando tu verdadera dimensión como escritor, y también es viable que empieces a ser leído cuando caiga la última palada de tierra sobre la tapa de una caja que con sacrificios compraron tus deudos, y como vas a ser pasto y concentrado para gusanos tercermundistas, antes de morir escribe para dejar alegrías y verdades a las nuevas degeneraciones que no conocen que, detrás del reencauche sólo hay moda, escribe historias así te digan que el papel puede con todo, hazlo, no importa si lo que escribes resulta ante los ojos de los que se consideran poseedores de la verdad, regular o mediocre, y si tu historia la rechazaron los jurados del concurso o fue señalada como algo sin valor literario por tus compañeros, que no te importe, y si tratas de escribir, y no te fluye de una, pues cuéntala a otros, revívela con tus verdaderos amigos cada que puedas para que crezca con ellos, y para que el legado de tu generación, no quede olvidado en medio de papeles archivados, tecnología láser, o en el interior de un cesto. El único consejo que tengo para darte, es que siembres irreverencia cada que puedas, y no permitas que los necios con su cultura importada llenen tu mundo de falsas alegrías mientras disfrutan todo aquello que creen nuevo, no te conviertas en un ciudadano triste y aburrido, no asesines al niño que vive en tu interior sosteniendo tus creencias, pues si lo hacés, te estará esperando un periódico y no precisamente el de ayer, sino uno que es el complemento de una poltrona, unas pantuflas viejas, y un camino que se terminará antes de que amanezca, la cultura que te impondrán los medios, será una prisión oscura que administra la sociedad, afortunadamente soy libre, no vivo para ni por ellos, recuerda que la moral de los falsos profetas, es más peligrosa que las películas ambientadas con paisajes pintados sobre telones con los que se adornan las actuaciones de personajes secundarios movidos por los hilos invisibles de un titiritero, hombrecito que a todas luces se cree poseedor de la última palabra, sombrío conductor del destino y de las estupideces humanas que solo existe, gracias a la ignorancia mal manejada, considéralo un mal locutor de programas radiales de poca audiencia, procura estar un paso delante de tus detractores, y nunca prediques ni aceptes la palabra ¡BASTA! pues si lo haces, estarás destinado al fracaso absoluto, y a cerrar el libro de tu vida antes de que caiga la última hoja del calendario que está detrás de la puerta de tu habitación, no permitas que te analicen por un embudo, ni entregues tus órganos a entidades con ánimo de lucro, tampoco permitas que te moldeen, ni que te implanten el cerebro de un hombrecito manejable y fastidioso, si lo permites, eres hombre muerto, y podrás contar uno a uno los gusanos que se atragantarán con los restos putrefactos de tu cuerpo que se habrá convertido en sanguinolenta podredumbre, y para que no te extrañe, tus gusanos lo harán retorciéndose en medio del hedor y los nudos de carne descompuesta en que te convertirás, ten presente que ellos gozan con tu cuerpo corrompido, y que tienen también el derecho de observar el mundo a través de tus cuencas vacías, y de transmitir a los de su especie, el legado de sus genes antes de practicar sexo seguro como los platelmintos, sus parientes cercanos.

 

No digas que no te importa la manipulación ideológica, si lo permitiste y aún lo sigues aceptando, de nada valieron las luchas callejeras con sus pedreas y muertos incluidos, las guerrillas urbanas que estropearon la vejez de oxidados dictadores, las canciones de los Rolling Stones, y las niñas en minifalda. Niño plástico: Si nada de esto lo sabías porque no te tocó vivirlo, pues que te lo cuenten los mayorcitos, con tus preguntas podrás ayudarlos a que se levanten de las poltronas del conformismo que consiguieron con sólo mostrar la cédula, si lo haces, seguro que reaccionarán antes de morir contaminados por la angustia que producen los relojes, la política, la mala prensa, las corbatas, los doctorados y posgrados, el dinero que no alcanza para nada, los embarazos no buscados, y los compromisos adquiridos durante el tiempo que han estado pagando impuestos y tratando de ser buenos ciudadanos.

¡Dile no a la insulsa ramplonería, y aparta de tu vida las ganas de pertenecer al mundo de los imbéciles!

 

Luis Carlos Bonilla Sandoval®

Medellín, junio 20 de 2002

Fotografía: LCBS - Bélgica 2017

 

 

 

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